miércoles, 29 de junio de 2011

En el Agua y en el Alma

Fluid en ríos navegados por el tiempo;
¿tan cristalina es la ambrosía del sueño?
Cristal opaco, ámbar pulido por los años.
Noches de vaho, vapor mancebo cual empaño.

Vive sereno con el corazón transmigrado.
Furia en cauce de un tripulante enfadado.
Reza llorando, gime engarzando a raudales,
senderos de piedras que trasnochan bifurcado.

Gélida y latente. Bohemia y viajera;
efímera son sus pasos y de hielo sus regazos.
Etérea mantiene el alma en un candil desvelado;
la leyenda va lacrando la humedad de tus labios.

Estas y no estas. Juegas invisible en estancias;
caminas en huellas ásperas y con talco las perfilas;
abrazas a la Madre Tierra, le susurras en tibias gotas,
y en cada empeño de amor; engendras una nueva vida.

Tienes mil formas y ninguna las encarnas,
te escapas alborotada y fugaz. Mártir de una batalla.
Vas vestida de espuma, y de colores perfumada:
A sal y a prado verde. A infinitas palabras.

Naces pero nunca mueres. Te elevas y te estrellas,
te rompes en cristales de un espectro invisible.
Caes y acaricias mi rostro, como sólo la amada sabe,
me absorbes y melancólico, de mis pupilas sales.

Me posees en cada angustia, en cada amor.
Te escondes en el misterio; ermitaño en mi garganta.
Tengo más sed que constancia. Que maravillosa esencia.
La complejidad del Ser. La complicidad del Agua.

jueves, 3 de marzo de 2011

Improvisando...

En el cielo nocturno, una brecha de luz que regresa desde el horizonte. Mientras en el lecho del agua camina mi Alma gemela desvelada y torpe; coronando su cuerpo de impredecibles resplandores. Y en los árboles, un susurro de melodías improvisadas se desliza por la brisa sin preocupaciones. Sin prisa, como esas últimas notas que cobraban vida bajo la sordina de aquel mítico trompetista...

Tan sólo cuando las palabras sobran, sobran los nombres, los apellidos y las intenciones. Las incertidumbres desaparecen, los momentos poseen protagonismo y vida propia. No hay predicciones, ni relojes que cuelguen de armarios vacios insistiendo con sus plegarias en nuestras conciencias.

Los rumores se alejan de la batalla, como se aleja el aroma emancipado de las flores; bailando sobre los ruegos y los suspiros de los corazones.

Las palabras mas puras son las mas imprevistas, las que no visten su desnudez. Por eso la espontaneidad es un lujo que no se compra ni se entiende. Sólo se siente...



"Si una idea no es absurda al principio,entonces no merece la pena"(Albert Einstein)