jueves, 29 de julio de 2010

En la ciudad de las hormigas.

En la ciudad de las hormigas,
aquella donde brota el despecho;
muere la gente y genera vida,
en cada astilla del momento.
Muere el instante y nace el recuerdo.

En cada lugar diminuto,
el cupo de un espacio eterno.
Las miradas colman de raíces,
como serpientes exhaustas,
enredadas en el beso.

En la ciudad de las hormigas,
autómatas y ebria de gestos;
clarea el nuevo día al desvelo.
Laberintos donde se pierden,
la sangre de nuestros cuerpos.

En cada lugar un crepúsculo,
de inesperadas emociones.
Revolotea el dolor como mariposas,
descontroladas y rabiosas,
por cárceles de fuego.

lunes, 19 de julio de 2010

Murmullo, pulso y silencio.

Impoluto manantial de recuerdos,
al río de un desaliñado lecho;
balancea la torpe boca el beso,
campanean los relojes viejos.

Murmullo, pulso y silencio.
Y en el murmullo el pulso.
Y en el pulso el silencio.
Y en el silencio. El parto de algo nuevo.

El suave delirio del viento,
zarandea la madrugada inquieta,
las estrellas se mantienen mustias,
y vuelcan su naturaleza.

Murmullo, pulso y silencio.
Y en el murmullo la fragua.
Y en el pulso el pacto.
Y en el silencio. El ruido del pensamiento.



("Si el Silencio hablara, el ser humano no estaria preparado para escuchar la única razón por la que se mantuvo tanto tiempo callado")

jueves, 15 de julio de 2010

Cárcel de piedra.

Las furias del holocausto en cada veta.
El grillo en los abismos de cera.
Las lágrimas que a merced del tiempo queman;
queman mis manos la fisura de tus piernas.

Su Morse desenfrenado me lleva,
por laberintos y desconocidas praderas,
me encierro tras la única verja,
que aleja el sopor y la condena.

Encuentro en los pulmones dos madrigueras.
Marea de suspiros que me encierran.
Ahuyento adversidades y el Alma vuela.
Vuelan mis dedos en su temblor de seda.

jueves, 8 de julio de 2010

Soñemos...

Enhebras. Enredas. Miradas y Misterios.
El dedo en el labio dictando silencio.
Cuidado, hablemos bajito,
es solo un recuerdo que prende dormido.

A ver comencemos.
Si pinto en el bosque un destello
con gotas de lluvias que rocen tu pelo,
y empuño palabras que abracen las costura de tu cuerpo.
¿Qué ocurre? No entiendo.
Que frio el encuentro, el hielo…

A ver comencemos de nuevo.
Si exclamo en la noche tu nombre y no escucho el eco.
¿Será porque estas enfadada o encierras un mal pensamiento?
La tarde dorada desprende su aliento.
Te llamo y tan solo un jilguero se exhibe
pintando figuras lejanas en mis sueños.

A ve insistamos ¿Comenzamos de nuevo?
El dedo en el labio dictando silencio.

Soñemos…

(Una Gota de agua en el cielo no hace nada,
pero un millón de gotas forman un arcoíris)

lunes, 5 de julio de 2010

La Luna y la mirilla.

Andaba la Luna en la mirilla,
por donde el Sol se asomaba.
Crestas y flecos lucía,
mientras la aurora cantaba.

Ungía el amor las pasiones,
al canto del último gallo.
Pasaban los días callado.
Gritaban mis labios sellados .

La piel arrastraba el fuego,
por los poros del firmamento.
El hielo derritió trapecios,
en los montículos del verbo.

(La Luna y la mirilla:
Sol de Hielo...
Luna de Fuego...)


jueves, 1 de julio de 2010

Tú...

Tú. Con tu mirada.
Dedo que señala el encierro.
Yo. Con las palabras.
Tiza y cal en el destierro.

Tú. Que ensordece mi espacio;
virando el indivisible olvido.
Yo. Que me ahogo en el tuyo;
cortando tallos de sigilo.

Yo. Que nada tuve,
y luché por no tenerlo.
Tú. Que lo tuviste todo,
desde las flores de invierno.

Yo. Que fuí eco en el espacio sonoro.
Tú. Que naufragaste en mares escarpados.

Tú y Yo. Los Dos.
Tan diferente y entrelazados.

Tú. Filigrana de azufre en mis labios.
Yo. Cartógrafo de inseparables pactos.