martes, 17 de marzo de 2015

La contemplación



Se nos fue el espíritu. Tendido sobre al anuario esperaba la contemplación y el alma buscó la indiferencia en otros latidos. Incluso antes de la palabra, se nos fue desconcertada, esclava de las difamaciones.
Se nos fue por el paseo marítimo de las desilusiones. Por el pasillo incorruptible de las miradas y las tónicas semblantes. Se nos fué porque así estaba escrito. Buscando la pureza para equivocarse, evocando otros lugares, otros paisajes. Como las alas de una mariposa que escala los monumentos  invisibles de la añoranza…
Se nos fue en invierno, en el ruído escurridizo de un pasacalle despistado. Donde las nubes bajaron de su delirio de grandeza, besando los versos escritos en los adoquines…¿Te acuerdas? No tropezamos, caímos al suelo y el espíritu se volvió a escapar sin despedirse. Se volvió a  fugar. Se nos fue...
No hay nada más sincero que encontrar la esencia de aquello que fuimos, escondido en otros cuerpos, en otras formas, en otra naturaleza…

1 comentario:

  1. No hay nada más importante que encontrar la esencia de aquello que somos realmente, si señor onironauta.

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