Solo dos palabras,
y un jardín de flores secas,
ascuas del amor poeta,
y de las ánforas derramadas.
Solo dos virtudes:
La agilidad y la pureza…
Para tirar palabras a un folio,
y rescatarlas de la hoguera.
Solo yo me encontraba.
Solo yo conmigo mismo.
Pues la soledad no se hallaba.
Sola y acompañada.
La luz del cielo y la mañana.
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