domingo, 10 de enero de 2010

Y a pesar de todo...

Hoy caminan los recuerdos.
Mientras el agua blanca caía, cual pétalos de almendros a través de lo abstracto y del invisible cristal. Yo fascinado veía, como el paisaje cambiante e incoloro, era teñido paulatinamente de blanco, al igual que lo incomprensible se adueñaba de mí ser; y mis inertes manos, acariciaban al unísono una fugaz estrella de escarcha…

Hoy caminan los senderos.
Que sin necesidad de huellas ni de cicatrices incrustadas; bifurcan destinos paralelos y pensamientos confusos que se desdoblan errantes, fluyendo por imaginarios sueños. Recreándose en vidas ficticias, en palabras imaginarias y noches apasionadas.

Y a pesar de todo, hoy; los caminos siguen siendo lejos, distantes y peligrosos. Como el delirante e hipnótico brillo de una luciérnaga en pleno desierto. Casi tan inalcanzables como un sinfín de crepúsculos, y tan adictivo como el sabor del miedo.

Pero siempre hay algo dulce y latente en el Yo de cada persona, que fluye intermitentemente, igual que el caudal de un río en diferentes estaciones. Algo por lo que merece la pena luchar en vida, aunque la ceguera permanente del miedo no permita respirar los verdaderos aromas del universo.

Y a pesar de todo …

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